Imagen tomada de Instagram

“Casi me echan”: Lady Tabares le confesó a Santiago Alarcón por qué casi pierde el papel protagónico en La Vendedora de rosas

La actriz natural abrió su corazón en una entrevista para el pódcast de Santiago Alarcón.

Lady Tabares es conocida por su participación en la película colombiana ‘La vendedora de rosas’, una cinta que se estrenó en 1998 y dirigida por Víctor Gaviria.

La película fue grabada en la ciudad de Medellín, donde mostraba las dificultades que pasaban varios niños y adolescentes por vivir en las calles.

En diálogo con el actor Santiago Alarcón, en el pódcast Meterse al rancho Tabares recordó cómo fueron las grabaciones de dicha película y contó algunos momentos difíciles que vivió en el rodaje.

Cuando iniciaron las grabaciones, Lady Tabares tenía 13 años, asegurando que cuando fue elegida para el papel no ‘consumía nada’.

“Yo era una chica muy sana. Yo probé el cigarrillo a los 9 años, me fui para el internado, entonces desde ahí nada más”, contó.

Sin embargo, algunos de los actores naturales de la película sí consumían. “Milton fue adicto desde el vientre, entonces era muy difícil tenerlo en sano juicio y el que hacía de La Chenga también era un chico que consumía sacol todo el tiempo; bueno y otros también marihuana y las pepas. Aunque yo crecí en medio de eso, yo logré vivir sin eso varios años”.

Asimismo, la empresaria recordó un duro episodio que vivió en medio de las grabaciones, revelando que cayó en las drogas mientras estaban en rodaje.

Hubo un día en que me tomé 40 pepas, tenía 15 años. A mí casi me echan, por poco no soy la protagonista”, relató.

Además, señaló que ese mismo día estaba en un árbol y se resbaló: “Caí resbalando todo el rostro en el tronco del árbol, me volví una hilacha. Duré tres días inconsciente, imagínese la pepisa, con la cara vuelta nada, me daban la sopa con pitillos. Cuando despierto Víctor estaba furioso, decía que ‘no más, buscaremos otra’”.

La antioqueña también confesó que la película fue lo más bonito que le pasó en su vida porque se sintió muy amada.

Fue de lo más bonito de mi vida. Porque me di cuenta que amaba la actuación y fue el tiempo en el que más amada me sentí, la verdad. No tanto importante, sino que me sentí cuidada, gente que me preguntaba ‘¿cómo estás?’”.